SITUACIÓN FRONTERIZA COLOMBO-VENEZOLANA.
La frontera entre Colombia y Venezuela es
un límite internacional continuo de 2.219 kilómetros que separa a los territorios de ambos países,
con un total de 603 hitos que demarcan la línea divisoria. Es la frontera
más larga que ambas naciones poseen con alguna otra.
La frontera, al menos en su parte terrestre,
fue fundamentalmente demarcada por medio de dos tratados: el Laudo Español de
la Reina María Cristina de 1891 y
el Tratado de Límites y de
Navegación Fluvial .
Sin embargo aún persiste el conflicto por la definición de la frontera en
el golfo de Venezuela, lo que
hace que se resientan las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El intento de definir las fronteras de
Colombia y Venezuela se remonta a la época en la cual ambas naciones eran
colonias de España. Al ser separada la Capitanía General de Venezuela del Virreinato de la Nueva Granada por
medio de la real cédula del 8 de septiembre de 1777,
la definición de sus linderos se hizo de forma imprecisa, tan solo asignando a
una u otra las diferentes provincias que las componían.
Este hecho, sumado al descubrimiento de
perlas en las costas de la provincia de Riohacha,
llevó a varias disputas entre Venezuela y la Nueva Granada por la pertenencia
de dicha provincia. Para dirimir tal cuestión se redactó la real cédula del 13 de agosto de 1790 en
la cual se ordenó segregar de la provincia de Riohacha el establecimiento
de Sinamaica y agregarlo a la provincia de Maracaibo en
la Capitanía General de Venezuela. El 1 de agosto de 1792 se
llevó a cabo la transferencia de dicho territorio.
Una segunda tentativa de demarcar los
linderos internacionales se remite a la fragmentación de la Gran Colombia, que incluía la actual Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. En 1829, Venezuela se separó, ejemplo seguido por
Ecuador en 1830. Las provincias restantes formaron la República de la Nueva Granada.
Luego de dicha ruptura y durante gran parte
del siglo XIX, Colombia en cada una de sus constituciones definía sus límites
como los mismos que en el año de 1810 dividían el territorio del Virreinato de
Nueva Granada del de las Capitanías generales de Venezuela y Guatemala, y del
de las posesiones portuguesas del Brasil. Por su parte Venezuela también
promulgaba en sus constituciones el mismo principio, pero usado desde una perspectiva
diferente, debido, en parte, a la poca información de los linderos entre las
naciones.
A través de la aplicación de este principio (llamado Uti possidetis iure),
Colombia determinaba su frontera con Venezuela.
Límites particulares entre Colombia y Venezuela
Desde el cerro Cupí, línea recta cortando el
brazo Maturaca, hasta la piedra del Cocuy en el río Negro; por este río, aguas
arriba, hasta la boca del brazo Casiquiari; éste abajo hasta su entrada en el
Orinoco; por este río siguiendo su curso hasta la confluencia del Meta; por
este río, aguas arriba, hasta el antiguo Apostadero. De aquí línea recta al
Norte, orillando por el Occidente la laguna del Término, hasta dar con el río
Arauca en el Paso del Viento, punto que queda en un mismo meridiano con el
antiguo Apostadero; por el río Arauca, aguas arriba, hasta la parte occidental
de la gran laguna o desparramadero del Sarare. En seguida va la línea
directamente al Norte hasta encontrar el río Nula y por éste hasta sus
cabeceras en un ramal de la cordillera oriental de los Andes. Por las cumbres
vertientes de esta cordillera hasta el Páramo de Tamá. De aquí hacia el Norte
siguiendo las aguas del río Táchira hasta su confluencia con el Pamplonita; por
el curso de esos dos ríos unidos hasta la boca de la quebrada Don Pedro. Por el
cauce de esta quebrada arriba hasta su nacimiento; de aquí hacia el Norte por
las cumbres de la serranía hasta encontrar las cabeceras de la quebraba China,
y por su curso hasta su desembocadura en el río Guarumito; este río, aguas
abajo, hasta su confluencia con el de la Grita, y por éste hasta el Zulia. De
este punto hacia el Noroeste atraviesa la frontera un territorio desierto
pasando por la unión de los ríos Tarra y Sardinata hasta encontrar la
desembocadura del río Oro en el Catacumbo; por el cauce de aquél hasta sus
cabeceras occidentales en la sierra de Motilones. Por las cumbres de esta
sierra y por las de la sierra de Perijá hasta las cabeceras del río Socui; por
el curso de este río hasta su confluencia con el Guazare, que unidos forman el
río Limón; por este río, aguas abajo, hasta su desembocadura en la laguna de
Sinamaica; por el borde oriental de esta laguna hasta encontrar la del Grande
Eneal, y de aquí línea recta a la boca del caño Paijana en la ensenada de
Calabozo.
Límites de Venezuela en 1810
Si se entiende los tratados celebrados entre
España y Portugal en 1° de octubre de 1777 y en 11 en noviembre de 1778, en la
cabecera del río Apaporis, latitud 1° 16' S y longitud 2° 15' O, deberían
coincidir las fronteras de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador; y si así fuera,
la línea recta que parte límites entre la Nueva Granada y Venezuela por el
Meridiano del Paso del Viento vendría a dar dos leguas más abajo de las bocas
del Apaporis, en la catarata Cupatí.
Últimamente, con respecto a la Nueva Granada,
se observa que el barón de Humbolt fija sus límites en el río Calancala,
arreglándose sin dudas en las cartas de Fidalgo que hacen concluir allí la
provincia de La Hacha, del mismo modo que en Punta Espada la de Maracaibo,
denominado el país intermedio provincia Goajira. De la que se infiere que esta,
según el, no pertenecía a ninguno de los dos gobiernos limítrofes; pero si se
atiende a otros autores que han escrito sobre Venezuela, como Oviedo, se ve que
el rey concedió a los primeros descubridores el terreno desde Maracapana hasta
el Cabo de la Vela; así también fueron estos los límites de los Belzares, y
erigida Venezuela en provincia, conservó aquel territorio. Corrobora esta idea
lo que escribió el célebre granadino José de Caldas sobre la geografía de su
país y que publicó en el Semanario de 1808, hablando de los límites de la Nueva
Granada dice así:
"Toca en la cordillera de Cúcuta, busca
las cabeceras del Táchira, sigue su curso hasta su embocadura en San Faustino,
atraviesa hasta las montañas de Motilones y Goajiros, y siguiendo estas va a
terminar en el Cabo de la Vela."
Debido a que ambas partes interpretaban el
principio del uti possidetis de manera distinta, el general venezolano José Antonio Páez formó
una comisión para normalizar sus relaciones con la República de la Nueva Granada,
particularmente con dos objetivos: la redistribución de la deuda de la Gran Colombia y la celebración de un acuerdo que sellara
de manera definitiva la amistad entre ambos países, reglamentara su comercio y
fijara formalmente sus fronteras. Es así como el 6 de mayo de 1833 Paéz
comisiona a su secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores, Santos Michelena, como representante en Bogotá para gestionar
estos asuntos ante el gobierno neogranadino. Michelena se presentó ante el
presidente de la república, el general Francisco de Paula Santander el 29 de agosto de 1833,
quien a su vez designó a su secretario de Interiores y Relaciones
Exteriores Lino de Pombo como el encargado de
realizar las negociaciones.
Las negociaciones entre ambos países
comenzaron el 9 de diciembre de 1833 y
culminaron el 14 de diciembre del
mismo año, dando como resultado el Tratado Michelena-Pombo, que fue el
primer acuerdo internacional entre Colombia y Venezuela. El texto del tratado describía la frontera de la
siguiente manera (sic):
Artículo 27. La línea limítrofe entre las dos
repúblicas comenzará en el cabo de Chichivacoa en la costa del Atlántico, con
dirección al Cerro de Las Tetas; de aquí a la Sierra de Aceites y de este a la
Teta Goajira; desde aquí, rectamente á buscar las alturas de los Montes de Oca
y continuará por sus cumbres y los de Perijá hasta encontrar el orijen del río
Oro, diferente del que corre entre la parroquia del mismo nombre y la ciudad de
Ocaña; bajará por sus aguas hasta la confluencia con el Catatumbo; seguirá por
las faldas orientales de las montañas, pasando por los ríos Tarra y Sardinata
por los puntos hasta ahora conocidos como límites, irá directamente á buscar la
embocadura del río de La Grita en el Zulia; desde aquí por la curva reconocida
actualmente como fronteriza continuará hacia la quebrada de Don Pedro y bajará
por ella al río Táchira; por este seguirá hasta su cabecera y desde aquí por la
cresta de las montañas de donde nacen los ríos tributarios del Torbes y
Uribante, hasta las vertientes del Nula, y continuará por sus aguas hasta donde
se encuentra el desparramadero del Sarare; de aquí se dirijirá al sur á buscar
la laguna del Sarare, y rodeándola por la parte oriental seguirá por el derrame
de sus aguas al río Arauquita; por este continuará al Arauca, y por las aguas
de este hasta el Paso del Viento; de este punto rectamente á pasar por la parte
más occidental de la laguna del Término; de aquí al apostadero sobre el río
Meta; y luego continuará en dirección norte-sur hasta encontrar la frontera del
Brasil.
El Tratado Michelena-Pombo fue
aprobado por el Congreso de la Nueva Granada en 1834,
en tanto fue rechazado por el Congreso de Venezuela en 1835 por
encontrarlo desfavorable a la nación en varias de sus partes. Después de
malogrado el acuerdo, el ejecutivo venezolano insistió en que el Congreso
volviese a examinar el tratado.
Por ello en 1842 se reiniciaron en Caracas
las negociaciones entre la Nueva Granada y Venezuela para crear un nuevo
tratado de amistad, comercio y navegación entre ambos países, el cual debía ser
firmado el 23 de julio de ese mismo año. El
Congreso venezolano aprobó un nuevo tratado el 29 de abril de 1843.
A pesar de esto, el señalamiento del trazado fronterizo quedó aplazado.
Entre 1844 y 1845 tienen
lugar nuevas conversaciones entre el general Joaquín Acosta y Fermín Toro, quien reconoce la validez y el fundamento de
la real cédula de 1790 como
el título legítimo de la Nueva Granada sobre la Guajira. Pero infortunadamente nada se logró en materia de
límites porque el gobierno de la Nueva Granada quería
someter el diferendo al arbitraje extranjero, a lo que el gobierno de Venezuela
se oponía. Esa situación de indefinición permaneció inalterable hasta el 14 de septiembre de 1881,
cuando se celebra el Tratado Arosemena-Guzmán por medio del cual
ambos países toman la decisión de someter su diferencia al procedimiento
arbitral.
El 16 de marzo de 1891 se
dicta en Madrid el Laudo Arbitral de la Reina María Cristina de
España, por medio del cual se determinó gran parte de las fronteras entre los
dos países. El territorio que cubrió el Laudo fue:
Guajira, Serranías Perijá y Motilones, San Faustino, Serranía Tama, Ríos
Sarare, Arauca, Meta, Orinoco y Negro. Dicho laudo, sin embargo no dirimió por completo
ciertos inconvenientes en el trazado (además de algunas falencias del mismo
tratado, tales como la ubicación exacta del hito nº 1, hoy en Castilletes), por lo cual fue necesario que se llevara la
cuestión frente al Consejo Federal Suizo, el cual dictó sentencia el 24 de mayo de 1922 en
lo referente a los territorios de San Faustino, Catatumbo, Zulia, Yavita,
Pimichin, Arauca y Meta.
Entre 1901 y 1938 se llevaron a cabo las
labores de demarcación y de colocación de hitos por parte de la Comisión Fronteriza Bilateral.14 Debido a algunas discrepancias entre la delimitación
expresada por el laudo español de 1891, el fallo suizo de 1922 y la realidad
geográfica, las labores de amojonamiento se suspendieron en 1932. Después de varias negociaciones, correcciones y notas
diplomáticas al respecto se reanudaron estas tareas, que culminaron el 5 de abril de 1941 en Cúcuta, cuando los Ministros de Relaciones de Exteriores de
Venezuela, Esteban Gil Borges, y de
Colombia, Luis López de Mesa firmaron
el Tratado de Demarcación de Fronteras y Navegación de los ríos comunes
entre Colombia y Venezuela, también conocido como Tratado López de Mesa-Gil
Borges; en dicho acuerdo ambas partes reconocen que la frontera ha
sido completamente demarcada, que las diferencias sobre materia de límites quedaban
terminadas y que reconocen como válidas las labores de señalamiento realizadas
por la Comisión Demarcadora de 1901, la Comisión de Expertos Suizos, y las que
se habían sucedido y se sucedieran de ese momento en adelante.14 Este tratado, definitivo, da solución a las
divergencias en el río de Oro y en la región del Sarare y concluye el proceso
de deslindamiento; el canje de ratificaciones se realizó en Caracas, el 12 de septiembre de 1941.
Golfo de Venezuela
Tras la firma del Tratado de 1941 y la
declaración de las naciones sobre el derecho del mar, el problema de la delimitación de las áreas
marinas del Golfo se agravó, ya que se considera que éste posee una gran
importancia estratégica por la existencia de petróleo en el mismo, la cual es
una de las razones que motivan la disputa entre las partes en tiempos modernos.
Uno de los principales problemas de
delimitación en el Golfo de Venezuela surge a raíz del reconocimiento de la
soberanía venezolana que el canciller colombiano en 1952 otorgó
sobre el Archipiélago Los Monjes,
durante el gobierno del presidente interino Roberto Urdaneta Arbeláez. El
congreso colombiano no avaló el actuar del canciller debido a que el
reconocimiento fue mediante una nota diplomática, y teniendo como base las
normas constitucionales colombianas relativas a la firma y aprobación de los
tratados públicos, se prohíbe variar el territorio sin el visto bueno del
Congreso. Sin embargo el canciller colombiano Juan Uribe Holguín aclaro
en 1992 que Colombia no reclamaría las islas Los Monjes.
En 1954 comenzaron
las negociaciones directas entre los dos gobiernos para llegar a un acuerdo
sobre la delimitación de áreas marinas y submarinas. En 1958,
la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar
estableció la llamada Línea Media como principio para demarcar las
aguas compartidas.
Colombia se acogió a este acuerdo, pero Venezuela no, por lo cual hasta el momento no existe
ningún tratado de delimitación de áreas marinas y submarinas. En varias
oportunidades ambos gobiernos se sentaron a negociar, pero no se llegó a una
solución del problema. Los primeros intentos de la negociación se dieron
en 1969 en Paipa, Boyacá, donde los presidentes Carlos Lleras Restrepo de Colombia y Rafael Caldera de Venezuela firmaron la Declaración de Sochagota el 9 de agosto de ese año, conversaciones que se iniciaron
en 1970 y que finalizaron en Roma en 1973 sin llegar a ningún punto de arreglo.
La concesión de prospección petrolera por
Colombia directamente frente a Castilletes en la década de 1960 caldeó la relación entre
los gobiernos de ambos países. Luego de largas negociaciones los
presidentes de ambos países acordaron en 1975 fijar
la delimitación marítima y hacer un uso conjunto de las zonas fronterizas
potencialmente ricas en petróleo, lo que generó un fuerte rechazo en Venezuela de dicha propuesta.
A partir de esta reacción, se generó en
Venezuela la tesis de la costa seca (1980)
la cual plantea que la totalidad del Golfo de Venezuela sería soberanía del
país homónimo y Colombia no tendría jurisdicción alguna sobre las aguas del
golfo, tomando el meridiano de Punta Espada como el límite entre los mares
territoriales de Venezuela y Colombia. En Venezuela esta propuesta provocó
fuertes protestas por parte de los partidos políticos, militares y grupos
económicos, sociales, religiosos y científicos.
El 9 de agosto de 1987 se
produce la crisis de la Corbeta Caldas,
en la cual la embarcación antes mencionada ingresó en aguas consideradas por
Venezuela como propias y por Colombia como en disputa. Esto provocó que el
presidente Jaime Lusinchi ordenara
una fuerte movilización de las fuerzas armadas venezolanas con la intención de
disuadir la incursión colombiana. A raíz de la crisis surgió la Declaración
de Ureña, firmada por los Presidentes de Venezuela y Colombia el 28 de marzo de 1989,
en virtud de la cual se designaron los miembros de la Comisión Permanente de la
Conciliación, establecida en el "Tratado de No Agresión, Conciliación,
Arbitraje y Arreglo Judicial de 1939", y de cuatro altos Comisionados para
hacer el inventario de las principales cuestiones por examinar entre ambos
países y formular propuestas de tratamiento y de solución.
De conformidad con el Acta de San Pedro Alejandrino,
suscrita por los Presidentes de Colombia Virgilio Barco Vargas y
de Venezuela Carlos Andrés Pérez,
el 6 de marzo de 1990,
uno de los temas a tratar por los Altos Comisionados de Colombia y Venezuela es
el referente a la delimitación de áreas marinas y submarinas. Desde entonces
las negociaciones respecto al tema han estado congeladas.
Situación Social
La gran extensión del límite dificulta el
control de los movimientos humanos en él, especialmente por parte de Colombia,
que tiene en estado de abandono su zona fronteriza (lo cual se pone en
evidencia al comparar las cifras de militares apostados:
Venezuela cuenta con más de 20.000 hombres,
repartidos entre 17 unidades entre bases, brigadas y batallones, mientras
Colombia solo llega a 4.000, repartidos en 9 unidades).
Otro gran problema es la frecuente incursión
de grupos al margen de la ley. En el lado colombiano hacen presencia las
fuerzas de las FARC y el ELN que
realizan indeterminados cruces de la frontera. Se calcula que cada grupo tiene
cinco frentes en la frontera, debido a la facilidad de pasar de un lado al otro
sin ningún control ni restricción.
El contrabando es otra cuestión que genera
roces en las relaciones colombo-venezolanas, en lo que tiene que ver con la
frontera. Igualmente sucede con los indocumentados y el constante
paso de productos sin registrar de un lado a otro.
Límites entre Colombia y Venezuela:
Desde la Bahía de Cocinetas en
la península de la Guajira se
marca una línea recta que toma la dirección de losMontes de Oca en el
Alto del Cedro.
De este continúa por la Serranía del Perijá hasta
la cabecera del río de Oro, siguiendo su curso hasta su desembocadura en
el río Catatumbo.
De esta confluencia se traza una recta que va
hasta la confluencia de los ríos Tarra y Sardinata, y otra que va hasta la del
grita en el Zulia.
Aguas arriba por el río Zulia hasta donde
recibe la quebrada La China, la cual se sigue hasta su nacimiento.
De allí por la cordillera hasta encontrar el
origen de la quebrada San Pedro, y por ésta hasta el Pamplonita.
Se continúa por éste hasta llegar a las bocas
del Táchira, siguiendo su curso aguas arriba hasta el Páramo de Tamá.
De las cumbres del páramo hasta encontrar el
río Sarare, para pasar luego al Arauca.
Se recorre el río Arauca hasta el sitio conocido como Montañitas, de
donde se traza una recta hasta la Isla Culebra en el Meta.
De este punto se sigue por el curso del río Meta hasta su desembocadura en el río Orinoco.
Luego aguas arriba del Orinoco hasta la boca
del Atabapo.
El Atabapo río arriba hasta la desembocadurta
del Guasacaví.
Desde allí se dibuja una recta hasta el río Guainía.
El cual se sigue hasta la Isla San José, en
frente de la Piedra del Cocuy.
Las negociaciones fronterizas entre Venezuela y Colombia se inician inmediatamente después de haberse
consumado la desintegración de la Gran Colombia. Su proceso histórico va desde el año 1.833 hasta el año
1.941. A lo largo de este proceso se firmó un tratado de amistad, alianza, comercio, límites y navegación entre los presidentes de Venezuela y
Colombia. A raíz de la firma de estos tratados comenzaron a surgir problemas en la zona fronteriza
entre ambos países, provenientes de la demarcación de sus líneas fronterizas,
debido a que en estos convenios nuestro país estaba perdiendo la soberanía que tenía en importantes áreas en la península
de la Guajira, en el Zulia y en el Táchira. Todas estas discrepancias fueron
dirigidas, definitivamente mediante el tratado de límites entre Venezuela y
Colombia, firmado el 05 de abril de 1.941.
No obstante con el tratado limítrofe firmado
en el año 1.941, en las últimas décadas han surgido nuevos problemas, los
cuales pueden clasificarse en tres aspectos:
1.- Físico
2.- Económico
3.- Humano
Los Problemas de Orden Físico: Se deben
a la artificialidad de la frontera, pues ésta no viene determinada en muchos
tramos, por accidentes geográficos, sino por líneas establecidas
mediante cálculos de latitud y longitud, a esto se le suma la inestabilidad de
la línea de demarcación, como es el caso de los ríos que alteran su curso
constantemente.
Los Problemas de Orden Económico: El
principal es el contrabando, que se debe básicamente a la diferencia del poder adquisitivo de las monedas de ambos países. La
moneda venezolana posee mayor valor que la colombiana, en consecuencia el contrabando
se realiza desde Colombia hacia Venezuela, a través de la depresión del Zulia y del río Orinoco.
Los Problemas de Orden Humano: Están
representados por la división del pueblo guajiro que se desplazan
indistintamente en cualquiera de los dos países (Colombia y Venezuela) en busca
de recursos para sus subsistencia; y los indocumentados que
representan un gran inconveniente socio - económico para el país ya que por su
mayoría pertenecen a la condición social más baja y en ella se agrupan los
delincuentes en general y otros indocumentados que son personas de trabajo,
dedicadas a las labores agrícolas, a los servicios domésticos, entre otros, siguen siendo un
problema por su misma condición de indocumentados.
Relaciones Bilaterales Colombo - Venezolano:
Estas relaciones bilaterales abarcan, entre
otros, aspectos muy importantes como son: la integración, el intercambio comercial, el desarrollo fronterizo, la seguridad, la cooperación judicial, la lucha contra el tráfico
ilícito de drogas y delitos conexos, la problemática de la doble nacionalidad y la migración ilegal.
Las relaciones entre Venezuela y Colombia
presentan características muy propias y poco usuales entre los países de la
región, debido a la gran diversidad de factores que las mismas involucran y por
constituir su frontera una de las más extensas y activas del hemisferio (2.219
Km.).
En los últimos años, las relaciones entre
Venezuela y Colombia se han visto seriamente perturbadas por la agresión
violenta de grupos armados que operan impunemente en el lado
Colombiano de la frontera con Venezuela. Venezuela vive de manera
continua acciones insurgentes de grupos que pertenecen al narcotráfico, la guerrilla, la delincuencia y el bandolerismo, que desafían
permanentemente el entendimiento civilizado y la conveniencia pacífica en la
zona fronteriza de dos países vecinos, y violentan el desarrollo y la vida
cotidiana de los que allí habitan.
Prioridad de Relaciones entre Venezuela y
Colombia.
La prioridad en las relaciones entre
Venezuela y Colombia, dentro del marco de nuestra política Internacional,
se manifiesta en los encuentros de Presidentes, Cancilleres, Vicecancilleres y
titulares de los respectivos ministerios, adelantando acciones para la búsqueda de
soluciones a los problemas que se presentan en la línea limítrofe entre ambos
países.
Encuentros Presidenciales: Los gobiernos
de ambos países (Venezuela y Colombia) en reuniones permanentes firmaron el
acta de San Pedro Alejandrino el 06 de Marzo de 1.990, en donde definieron los
asuntos prioritarios de su relación bilateral. Las cuencas hidrográficas y los
ríos internacionales, la de limitación de áreas marinas y submarinas, las
migraciones, el transporte internacional, la utilización de los recursos
naturales que se encuentran en la frontera, y la cooperación y asistencia mutua
en casos de emergencia.
No obstante, no se puede obviar que estas
relaciones se ven perturbadas por la persistencia de fenómenos de violencia como actos terroristas, secuestros, extorsión,
tráfico ilícito de drogas, violación de los derechos humanos,
subversión y delincuencia común, provenientes del territorio colombiano.
Acuerdos entre ambos Países:
Los Gobiernos de Venezuela y Colombia en su
interés de buscar soluciones a los asuntos pendientes entre los dos países
decidieron que será objeto fundamental del dialogo político bilateral, temas como la demarcación de
fronteras terrestres, la delimitación de áreas marinas y submarinas, las
cuencas hidrográficas, las migraciones y los ríos internacionales.
Entre las soluciones concertadas se ha
hablado de la necesidad de reforzar militarmente la zona fronteriza común,
debido a que la narcoguerrilla actúa en esta aunque de diferentes maneras y
magnitudes pero igualmente afecta la política de ambos países e incluso se ha
hablado de la posibilidad de permitirse la persecución de ambos lados de la
frontera, es decir por parte del gobierno Venezolano y el Colombiano.
Características de la Región Fronteriza:
La región fronteriza se ha caracterizado por
la ausencia significativa del Estado (deficientes y en algunos casos inexistentes
servicios de salud, educación,
entre otros), gran militarización y la reiterada y sistemática violación de
los derechos humanos de la población que habita en esta región, ya sean nacionales o
extranjeros (en su mayoría colombiana).
La Seguridad Fronteriza es una cuestión de
estado para Venezuela por las consecuencias negativas que las acciones de
grupos guerrilleros, del narcotráfico y de la delincuencia común, generan al
desplazarse desde territorio colombiano hasta territorio venezolano.
Las autoridades venezolanas encargadas
del control e ingreso de extranjeros, identifican la nacionalidad colombiana como sinónimo de guerrilla,
tráfico de drogas o secuestro y tienden a verlos como enemigos y a
atribuirles la responsabilidad de los problemas, en una evidente
expresión de xenofobia. Las incursiones de la guerrilla colombiana han
servido de justificación para que funcionarios militares detengan y torturen
masivamente a los habitantes de esta zona, acusándolos de pertenecer a los
grupos insurgentes, o de colaborar con ellos. Las comunidades indígenas se
encuentran en las víctimas mas frecuentes.
Problemas Fronterizos Colombo-Venezolanos en
los siguientes:
Tensión Fronteriza: La frontera Colombo -
Venezolana es desde hace varios años un foco de tensión bilateral y de
violencia, consumada en penetrar grupos rebeldes colombianos a territorio de
Venezuela para secuestrar personas y aviones, atacar puestos fronterizos y
robar, además del tradicional contrabando y tráfico de drogas.
Las agresiones armadas al territorio y al
estado venezolano, contra civiles y militares, es cada día más grave y
preocupante. Al número de soldados y civiles venezolanos muertos y heridos,
víctimas de la acción armada de la narcoguerrilla, hay que sumarle el
hostigamiento diario que se comete contra la vida productiva económica y social
de la región, contra trabajadores, productores comerciantes y empresarios,
secuestrados y chantajeados con pago de vacunas y rescates, a cambio de sus vidas y la de sus familiares.
Factor Geográfico: El eje fronterizo Colombo
- Venezolano, posee una extensión total de 2.219Km., que abarca los estados:
Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, y los departamentos colombianos: Vichada,
Arauca, Norte de Santander y Guajira. Este eje fronterizo es extenso y de geografía variada:
por ejemplo, la zona norte o de la guajira, es una plana y básicamente
desértica, no obstante en otras zonas pueden encontrarse selvas y montañas muy
pronunciadas, como las de Catatumbo, así como grandes ríos entre los cuales
están el Arauca y el Orinoco (Límites).
Factor Socio - económico: Los niveles y
expectativas económicas son desiguales a todo lo largo de la frontera colombo -
venezolano. Mientras por un lado existen zonas que carecen de los más
elementales servicios, (la Guajira venezolana y el Arauca colombiano, entre
otros), en cambio otras localidades desarrollan actividades de gran proyección
económica, con la actividad petrolera (Mcpios. Venezolanos de Jesús Enrique
Losada, Rosario de Perijá, Catatumbo y otros), la actividad comercial y la
turística (eje Cucuta - San Antonio - San Cristóbal).
Factor Político - Cultural: La zona
fronteriza colombo - venezolana es una zona de constantes tensiones políticas, por los problemas de delimitación pendientes entre
ambas naciones y por la delicada situación que enfrenta el gobierno Colombiano
con la guerrilla, desde hace más de cuarenta años, con repercusiones a ambos
lados de dicha zona fronteriza.
La Guerrilla y el Narcotráfico: Por ser este
un problema interior de Colombia el mismo ha desbordado sus propias fronteras,
en el caso específico de Venezuela, estos grupos (tanto guerrilleros como
narcotraficantes), operan en la zona limítrofe adyacente al país, creando
nuevas fuentes de tensión y conflicto por las continuas violaciones a la soberanía
que perturban la estabilidad y la paz social nacional.
La Guerrilla: Es la violencia que envuelve la
vida en la frontera, la presencia de guerrilleros en Venezuela es de vieja
data, actualmente también nos preocupa la novedosa presencia de paramilitares
actuando en suelo nacional vulnerando los derechos humanos
consagrados en el Ordenamiento Jurídico Internacional.
El Narcotráfico: Es una amenaza particular en
nuestra región, su acción ha crecido de manera alarmante por el apoyo logístico
que le presta la guerrilla asentada en zonas rurales y fronterizas, a pesar de
los esfuerzos realizados por nuestro país con ayudas bilaterales y
multilaterales.
Problemas derivados de la actuación
guerrillera y el narcotráfico: Los carteles de la droga han conformado toda una industria del delito, apoyada en la organización que tiene la guerrilla, que protege sus
cultivos y laboratorios clandestinos de procesamiento de la coca.
La lucha que mantiene Colombia con sus focos
guerrilleros desde más de cuatro décadas, derivada de la interpretación sociopolítica del problema de la distribución y tenencia de la tierra, según la cual, dicha tenencia es injusta y
discriminatoria, ha traído inestabilidad y un gran cantidad de muertes, a lo
largo del eje fronterizo colombo-venezolano. A esto se añade la actuación del
narcotráfico, así como la de los paramilitares, los cuales, conjuntamente con
las células guerrilleras colombianas han sido catalogados
como terroristas por el gobierno estadounidense, la guerrilla, los
narcotraficantes y hasta los paramilitares, actúan sin recato alguno, tanto en
Colombia como en Venezuela, obligando al gobierno venezolano a involucrarse en
los problemas internos de Colombia.
Diversos ataques y emboscadas a puestos
fronterizos venezolanos; el terror sembrado en productores del campo
venezolano, sometidos a amenazas constantes de secuestro, con el consiguiente
pago de vacunas a cambio de seguridad, y en destrucción del ecosistema de algunos parques nacionales protegidos
por el Estado, donde se han venido detectando sembradíos de
amapola a lo largo de los años. Esta situación, implica que Venezuela es actor
protagónico en el conflicto colombiano, dado que sus fronteras son amenazadas
continuamente por los grupos de insurgentes que operan del lado colombiano.
Presencia Militar en la Frontera: La Fuerza Armada Nacional Venezolana incrementa la presencia
en la Frontera que comparte con Colombia, asegura que los grupos guerrilleros
Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) tienen
campamentos en territorio Venezolano, por tal motivo decidieron reforzar las
unidades militares y el parque de armas y equipos destacados a lo largo de la Frontera
Colombo - Venezolana.
En la frontera están desplegados 5.000
militares a lo largo de su línea fronteriza con Colombia para frenar la acción
de grupos guerrilleros, narcotraficantes, contrabandistas y el hampa común.
Otro problema generado por la violencia
Colombiana es la situación de los desplazados, hemos recibido solicitudes de
refugio, en una ocasión estuvimos ante una población entera de unos 3.500
Colombianos que vinieron huyendo al Táchira por los ataques en su territorio.
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